Estas velas no se parecen a ninguna que hayas usado.
Son wa-rousoku: velas japonesas tradicionales hechas a mano, una a una.
Elaboradas solo con materiales vegetales —cera del árbol ha-ze, papel washi y fibras naturales— trabajados con un cuidado extremo. Ese proceso artesanal les da una llama grande, estable y sorprendentemente suave, que ilumina sin humo y sin dejar restos. Una luz muy limpia, muy serena.
La caja incluye dos velas tamaño #5, fabricadas por Omori Warosoku, un pequeño taller familiar de Uchiko (Ehime) donde la sexta generación sigue elaborándolas igual que en el período Edo. En Japón quedan muy pocos artesanos que conservan esta técnica con tanta precisión.
Son perfectas para momentos de calma, pequeños rituales o para acompañar un espacio con una luz especial.
*No incluye el portavelas.
Estas velas no se parecen a ninguna que hayas usado.
Son wa-rousoku: velas japonesas tradicionales hechas a mano, una a una.
Elaboradas solo con materiales vegetales —cera del árbol ha-ze, papel washi y fibras naturales— trabajados con un cuidado extremo. Ese proceso artesanal les da una llama grande, estable y sorprendentemente suave, que ilumina sin humo y sin dejar restos. Una luz muy limpia, muy serena.
La caja incluye dos velas tamaño #5, fabricadas por Omori Warosoku, un pequeño taller familiar de Uchiko (Ehime) donde la sexta generación sigue elaborándolas igual que en el período Edo. En Japón quedan muy pocos artesanos que conservan esta técnica con tanta precisión.
Son perfectas para momentos de calma, pequeños rituales o para acompañar un espacio con una luz especial.
*No incluye el portavelas.
